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domingo, 1 de junio de 2014

Modelos de Negocio. Ciprián contra Saúl.

 en una isla lejana

Es indudable que el Modelo Canvas está de moda. Su sencillez, vistosidad y practicidad lo hacen muy atractivo y comunica bien con el público en general. Pero la existencia de modelos de negocio es tan vieja como la creación de la primera empresa. Toda empresa tiene subyacente un modelo de negocio. Esté este definido por escrito o no. 

Hace muchos, muchos años en una lejana aldea estaban muy preocupados por la sequía. Los ancianos del Consejo Local se reunieron para tratar el problema. Las escasas lluvias les estaban haciendo pasar unas restricciones que ponían en peligro la supervivencia de la población. Era necesario un cambio radical. Así pues, decidieron conceder el suministro de agua a dos hombres de la aldea. Consideraron que iba a ser una buena solución porque al ser dos existiría competencia entre ellos para dar el mejor servicio y precio. Al día siguiente lo comunicaron y poco tiempo después decidieron conceder el suministro de agua a Ciprián y a Saúl. El primero era un hombre fuerte y muy trabajador. Con el segundo tuvieron más dudas porque no se le conocía oficio, pero si se sabía que era un hombre de fiar y aceptaron su candidatura. 
Al lunes siguiente ambos hombres firmaron el servicio y fueron a ver la fuente que se encontraba a 10 kilómetros de la localidad. Comprobaron que el agua de gran calidad. Ciprián ya iba preparado con un carro lleno de cubos. Así pues, los llenó y caminó hasta el pueblo. Saúl por el contrario se quedó enseñándole la fuente a un señor con el que había llegado. Ciprián pensó que era buena idea ser el primero en llevar el agua al pueblo y así fue. Cuando entró en la plaza de la aldea se reunió ante él un remolino de gente a celebrar que por fin tenían agua. Ciprián invitó al primer trago y les dijo que vendería el galón de agua a 5 pesos. Con gran alegría consiguió muchos clientes. Fueron días de trabajo duro pero el negocio marchaba de maravilla. Con el dinero ganado compró un asno y el trabajo era mucho más cómodo. Además no se sabía nada de Saúl. Así que disfrutaba de estar solo en el negocio. De hecho decidió que era buen momento para subir precios y puso el agua a 7 pesos. 
Había pasado un mes más cuando Saúl llegó al pueblo con un equipo de ingenieros. Estuvieron toda la semana preparando planos para la traída de aguas mediante una tubería hasta el centro del pueblo. Consiguieron los permisos. Al poco tiempo llegó con un grupo de inversores que vieron su idea muy interesante. 
Mientras tanto Ciprián pensó que debía aprovechar el momento y puso a sus hijos a trabajar con él para aumentar la capacidad y vender todo lo posible antes de que funcionase la tubería. Les hizo trabajar duro para llevar agua y con las ganancias compró dos burros y carros para afrontar la competencia que se cernía sobre él. 
En pocas semanas Saúl consiguió construir la tubería. Y el primer día del verano organizó una gran fiesta en la plaza del pueblo con artistas, aperitivos y músicos. Al final del acto Saúl subió al escenario para decir al pueblo que a partir del día siguiente iba a proveer de agua a 1 peso por galón. Y que al llegar el agua directamente por tubería no tenía sabores ni estaría enturbiada, de tal forma, que era tan sabrosa como la que podían beber directamente de la lejana fuente. 
Ciprián creyó que Saúl se había vuelto loco. Era imposible vender el agua a ese precio. Él lo sabía bien porque llevaba meses en el negocio. Así que decidió mantener la apuesta pero bajó el precio a los 5 pesos inciales. A la mañana siguiente llegaron sus hijos preocupados porque habían perdido a la mayoría de clientes. ¿Qué podían hacer? Ciprián les obligó a trabajar más duro para conseguir llevar el doble de agua al poblado. De esa forma pensó que podría bajar el precio a 2,5 pesos. Y de ahí no se pensaba mover. 
Saúl consiguió una pequeña oficina en un local y puso a trabajar a un ayudante para cobrar los recibos del agua. La mayoría de la aldea disfrutaba de su agua. Era mejor que la de Ciprián por sabor, era más clara y solo costaba un peso. 
El trasiego y esfuerzo de hijos y bestias hizo que una mañana Ciprián se encontrase a sus hijos en la cama sin intención de levantarse para trabajar. "Padre, no podemos más. Los animales están exhaustos. Necesitamos descansar. Llevamos trabajando de lunes a domingo más de dos meses" le dijeron sus hijos. Él se enfadó y les obligó a levantarse. No podían dejar de dar suministro ningún día porque sería el fin del negocio. Fue una semana dura para Ciprián. Sus últimos clientes le dijeron que si no bajaba el precio le abandonaría. Así que no tuvo más remedio que poner el precio a un peso por galón. A esos precios cuanto más vendía más dinero perdía. Era insostenible. Su hijo mayor se marchó de casa. Habló con él tratando de convencerlo pero ya había decidido marchar a la ciudad a trabajar. 
Ciprián se sentía abatido. Fue al despacho de Saúl. Ciprián le reprochó que era un mal competidor que por su culpa se había arruinado. Y que era imposible ganar dinero con esos precios. "Saúl. has hecho esto para arruinarme" le acusó. Saúl no se inmuto. Cogió sus libros contables y se los enseñó. Estaba cerca de amortizar la obra de la tubería gracias a sus ganancias. Pronto todo los ingresos serían beneficios. Ciprián vio que era verdad y pidió perdón por sus palabras. 

"Abandono Saúl. Tu ganas y yo pierdo"  Saúl le contestó "Si tu abandonas vendrá otro competidor. Los ancianos le darán la concesión. Y debo prepararme para ello. Eres un hombre trabajador. Me gustaría contratarte para que me ayudes a construir una fábrica de botellas de agua al lado de la fuente. De esa forma, estaré preparado para la competencia y además, también podré vender agua embotellada en otras aldeas. ¿Te interesa?". Ciprián lo pensó un poco y decidió trabajar con Saúl. Había demostrado ser un hombre muy preparado y él sentía que no podía continuar por el camino emprendido. 
Al poco tiempo llegó competencia con muchas ganas de trabajar en el suministro de agua. Saúl y Ciprián trabajaron duro y tuvieron que sortear muchos problemas, pero eso, ya es otra historia. 


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