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lunes, 7 de septiembre de 2015

Un precio de la leche


Los productores de leche alertan de que se ven obligados a venderla por debajo de coste. Según el ministerio el coste está en 34 cents. y la venden en torno a los 30 cents. El Ministerio ha propuesto una subvención de 300 euros (por vaca y año) a varias provincias, entre las que no está Navarra. En esta batalla también está involucrado el Gobierno de Navarra que critica estas ayudas y el Comisario de Agricultura de la UE, el cual parece más interesado en una reestructuración del sector. Este es un sector intervenido desde hace décadas por las ayudas, cuotas lácteas, etc. Todo ello no ha servido más que para calmar los ánimos durante un tiempo hasta la siguiente crisis. En el sector lácteo domina la gran distribución que negocia con multitud de productores.
Hace seis años tuve la oportunidad de escuchar a Antonio Cancelo fundador del Grupo Eroski. Parte de esa conferencia se puede ver en el canal de Youtube de Institución Futuro. En dicha charla dijo “Alguna vez hablando con el mundo agrario les digo; podéis quejaros mucho respecto a la distribución moderna pero una culpa no le podéis achacar a la concentración de la distribución y es que vosotros no os hayáis concentrado. Es vuestra responsabilidad” (Enlace a la conferencia Conferencia Antonio Cancelo) Además, Antonio Cancelo explicó como en 1969 se fusionaron nueve cooperativas con apenas 8 trabajadores de media. Este pequeño paso, en el año en que Neil Amstrong pisó la luna, fue porque entendieron que necesitaban crecer para poder sobrevivir ante la tendencia a la concentración del sector. Como así ha sido. Cuarenta años después cuentan con 2.300 establecimientos y 50.000 trabajadores.  Cuando yo era niño mi madre me mandaba a comprar a la tienda de “la Rosa Mari”. Todos los barrios y pueblos tenían su pequeña tienda de ultramarinos. Aquellos que añoran los viejos tiempos pueden seguir comprando en algunas pequeñas tiendas que quedan. Las cuales se han especializado en lo que verdalmente eran buenas para poder sobrevivir.
Hay otros mercados como la automoción en los que mandan los fabricantes. Unas pocas marcas dominan el mercado e imponen sus condiciones, exigencias y precios a los concesionarios. Estos tienen que cumplir dentro de los márgenes que le son impuestos. A riesgo de perder la concesión si no llegan al mínimo exigido. Por culpa de la crisis y la batalla de precios para conquistar al cliente final los concesionarios han conseguido del gobierno que se les den los Planes PIVE. Unas ayudas que por cierto han tardado en cobrar y les han causado problemas financieros por no recibirlas en el plazo previsto.
Hablar solo de precios parece una simplificación excesiva pero no lo es. Pocas cosas hay más complejas e interesantes que el establecimiento de precios. Las subvenciones van a parar al bolsillo de alguna empresa o negocio que no es eficiente por sí mismo. Al principio a todo el mundo le parece bien. Pero cuando pasa un tiempo el sector sigue igual. Mientras tanto el mundo sigue girando y las industrias foráneas son cada vez más competentes. Al final lo que se consigue es perpetuar sectores ineficientes. La competencia perfecta es el infierno para las empresas. Es mucho mejor tener un mercado con barreras de entrada y subvencionado. La competencia beneficia al cliente. Es decir, usted y yo que podemos comprar más barato y tener más variedad para elegir.  El precio depende de tres márgenes. El primero es el margen del consumidor que consiste en el diferencial entre la utilidad que obtiene del producto y lo que paga por él. A según qué precios no compra. Por otro lado está el margen del productor, el cuál por debajo de cierto precio no le compensa producir. Entre un margen y otro está el del intermediario o vendedor. Que es el que pone en contacto al productor con el cliente. Bien sea mediante hipermercados, concesionarios, la web, etc. El que está en medio tiene que aportar recursos para atraer a clientes hacia su oferta. Su margen deberá ser superior a esos recursos para que le compense trabajar. Del poder de negociación de estos tres protagonistas dependerá quién se lleve el ascua a su sardina, con el permiso del Gobierno.

Carlos Medrano Sola
Economista y consultor en www.eximiaconsultores